11/9/07

Benito Lynch, la voz pampeana

Mark Twain a fines del siglo XIX pudo renovar la literatura norteamericana, al librarla de sus convencionales ataduras estéticas. Su más afamado personaje, Tom Sawyer, hablaba con cadencia sureña; para ello, su escritor había implementado contracciones que permitían registrar ese acento hermético hallado en los Estados del Sur. Años más tarde publicó Las aventuras de Huckleberry Finn. Para entonces, su afán por explorar el lenguaje coloquial lo había perfeccionado por completo. Quien lea el libro en su idioma original podrá apreciar las innovaciones lingüísticas con mayor precisión. Twain era un gran conocedor de las tradiciones de su gente, lo comprueban los diálogos de sus novelas.
En la Argentina, un solitario escritor de obras camperas presentó búsquedas análogas a las del afamado norteamericano. Benito Lynch, quien vivió entre los años 1880 y 1951, indagó en sus cuentos –más de cien- y seis memorables novelas como único fin, el de traslucir el habla del gaucho. Una y otra vez, desde sus tempranas publicaciones...
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