4/6/07

Las raíces de García Márquez

Eduardo Zalamea sería, con el tiempo, el descubridor literario de otro gran imaginero de La Guajira (el departamento más septentrional de Colombia), Gabriel García Márquez, quien en sus memorias, Vivir para contarla, recuerda así el café Roma, de Barranquilla, y a uno de sus más singulares parroquianos: “Una noche de suerte, el escritor Eduardo Zalamea había anclado allí de regreso de La Guajira, y se disparó un tiro de revólver en el pecho sin consecuencias graves. La mesa quedó como una reliquia histórica que los meseros les mostraban a los turistas sin permiso para ocuparla. Años después, Zalamea publicó un testimonio de su aventura en Cuatro años a bordo de mí mismo, una novela que abrió horizontes insospechables en nuestra generación”.

No es de extrañar que un cuento largo, de 1972, titulado La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y su abuela desalmada, transcurra todo en La Guajira ni que en él García Márquez nos permita...

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